Tan triste de llorar tristeza
tan mía, tan simple,
en la telaraña de los días
donde la sola soledad
del frío espada
de cada latir
donde hunde el pecho
y urge el dolor
la ausencia
en hielo mirada
del recuerdo sin mañana
de la ilusión de un hoy
que nunca llega
que llena el vacío
en utópica presencia
del que no está
ni estuvo
ni estará
porque sólo está
en su estar
de sol
y luna
porque sólo habita
su corazón
sin miel
ni bruma.
SILVINA GARRIDO HERMANN